Humor de Mordillo
Mordillo constituye un notable ejemplo de humor y buen hacer.
El dibujante Guillermo Mordillo tiene un don especial para captar el lado sensible de las personas. Las figuras de grandes narices que crea este humorista grƔfico argentino, que hoy cumple 80 aƱos, suelen ser alegres, pero tambiƩn van por la vida desconcertados y de a ratos tristes.
Con amor y precisión, el artista deja al descubierto en sus historietas cómo la gente suele enfrentar lo absurdo, la felicidad y las decepciones en su vida diaria.
Pero también cómo puede hallar una salida de las situaciones mÔs grotescas, a veces ingenuas, a veces exagerada, pero siempre en tono de humor. Un bastión construido por Mordillo para hacer frente al dolor y las dificultades de la vida.
"Me dedico al humor para no llorar", aseguró Guillermo Mordillo, en un tono tranquilo y simpĆ”tico, como sus amados personajes. "Hacer reĆr es difĆcil. Muchas veces no lo consigo. Pero muchos de mis dibujos despiertan mĆ”s bien reflexiones sobre la vida, sobre las circunstancias humanas, y mucho mĆ”s".
Ya de pequeƱo supo que querĆa ser dibujante, para gran sorpresa de sus padres, que lo consintieron y lo apoyaron en su proyecto.
Nació el 4 de agosto de 1932 en Buenos Aires. Su carrera empezó tomando como modelos a dibujantes argentinos como Eduardo Ferro, Dante Quinterno ("Patoruzú"), Divito ("Rico Tipo") y Lino Palacio ("Don Fulguencio"), entre otros.
También en esa época comenzó a incursionar en la ilustración, las historietas y la publicidad. En 1955 viajó a Lima para trabajar por tres meses, pero se quedó cinco años.
Hacia 1960 Mordillo querĆa experimentar con los dibujos animados al estilo Walt Disney, y viajó a Nueva York, donde trabajó como asistente de animación de Paramount Pictures, pero luego de trabajar en la pelĆcula de "Popeye", emprendió la aventura europea.
Su primera escala fue Madrid, en 1963, luego se trasladó a ParĆs, y allĆ comenzó a trabajar dibujando tarjetas de saludos, tarea que abandonó tiempo mĆ”s tarde. AllĆ conoció a quien luego serĆa su esposa, Amparo, con la que tuvo dos hijos, SebastiĆ”n y Cecilia.
Comenzó a publicar en diversas revistas como "Paris Match", "Lui" y "Marie-Claire".
Tras la experiencia francesa, Mordillo recaló nuevamente en EspaƱa, en Palma de Mallorca, y ahĆ comenzó a exportar su trabajo a paĆses como Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, EspaƱa, Portugal, y el resto de Europa; a Japón y diversos lugares de Asia; Australia; Estados Unidos, CanadĆ”, y toda LatinoamĆ©rica.
El reconocimiento en Argentina llegó a partir de 1997, cuando comenzó a publicar sus trabajos en la revista dominical del diario "La Nación".
Casado desde hace 43 aƱos, Mordillo dice que extraƱo estar tanto tiempo con la misma mujer. "En mi caso (el arte) es mĆ”s fuerte que el amor. El amor dura 20, 30 ó 40 aƱos, pero el arte es toda mi vida", dijo el humorista grĆ”fico que a sus 80 aƱos sigue trabajando diez horas por dĆa en Mallorca, su lugar en el mundo.
Lleva publicadas mĆ”s de 1.800 historietas. Actualmente, expone en la galerĆa J”rg Heitsch de MĆŗnich una muestra con 120 obras hasta el 25 de agosto.
"Cuando empecĆ© a dibujar vivĆa en ParĆs. Mis personajes no hablaban porque yo no sabĆa francĆ©s. Dibujaba escenas mudas. Fue una buena idea, porque asĆ las puede entender cualquiera. Cuentan historias sin hablar. No es fĆ”cil", admitió. Esto permite sin embargo que "cada cual pueda interpretar" sus dibujos.
"No soy un intelectual, no estudié en una prestigiosa universidad. Mi arte surge de mi instinto", aseveró el argentino.
"Y ese instinto de la gente es en todos los sitios del mundo el mismo. Chinos, japoneses, argentinos, alemanes, son todos parecidos. Es un privilegio poder comunicarme con personas cuya lengua no hablo y que son tan distintas de mĆ. Pero me entienden, y eso es excepcional".
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