Gustave, el cocodrilo que se ha comido a 300 personas
Ćste es Gustave.
Gustave es un cocodrilo macho enorme que vive en una isla paradisĆaca situada en medio del rĆo Ruzizi, en la frontera triple entre Burundi, Ruanda y la RepĆŗblica DemocrĆ”tica del Congo. Se le estiman 6 metros de largo y un peso de 900 kilos, lo que le convierte en el mayor cocodrilo jamĆ”s registrado en Ćfrica, el mayor de su especie (cocodrilo comĆŗn o del Nilo, Crocodylus nilotycus) y en uno de los mĆ”s grandes del mundo. Se cree que tiene un mĆnimo de 60 aƱos (la esperanza de vida normal para su especie es de 45) y, como es normal en los reptiles, sigue creciendo. TambiĆ©n sigue siendo fĆ©rtil y apareĆ”ndose, aunque actualmente tenga mĆ”s problemas que sus parientes y vecinos para encontrar una hembra lo suficientemente robusta como para aguantar una sesiĆ³n de sexo con Ć©l. En su mĆ”s de medio siglo de vida ha engendrado a cientos de vĆ”stagos de todas las edades, que siguen pululando por las mimas aguas que Ć©l habita. Uno de ellos, Gatumba, es tambiĆ©n enorme y vive junto a Ć©l en su isla, aunque prefiere ausentarse cuando papĆ” estĆ” especialmente violento (cosa que suele ocurrir en la Ć©poca de celo).
Pero ninguno de estos rĆ©cords es el que ha hecho famoso a este animal tanto como el hecho de haber matado y comido a unas 300 personas en los Ćŗltimos aƱos. Gustave es demasiado grande como para alimentarse preferentemente de peces y otros vertebrados acuĆ”ticos pequeƱos, como es normal en otros cocodrilos. En su lugar, la base de la dieta de Gustave la componen cebras, ƱĆŗes, ganado y, cada vez mĆ”s, personas. TambiĆ©n es, que se sepa, el Ćŗnico cocodrilo que ha tenido los cojones de atacar y comerse a un hipopĆ³tamo adulto. Lo normal es que los cocodrilos huyan de Ć©stos y que si alguno es lo suficientemente osado como para amenazar a una crĆa, acabe hecho trizas en las fauces de un hipopĆ³tamo adulto. Con Gustave ocurre lo contrario: son los hipopĆ³tamos los que le respetan y procuran mantenerse alejados de Ć©l, poniendo pies en polvorosa si se acerca con aire demasiado decidido.
En su zona de correrĆas (que comprende todo el tramo bajo del Ruzizi y la costa noreste del lago Tanaganika, donde desemboca el rĆo) se dice que Gustave, del que se habla como una leyenda viviente, desarrollĆ³ su especial apetito por la carne humana durante la guerra civil que empezĆ³ en 1993 y aĆŗn colea, cuando uno de los jefes guerrilleros hutus lanzĆ³ los cadĆ”veres de las decenas de tutsis que habĆa masacrado a las aguas del lago. Los miles de refugiados que cruzaban el rĆo durante la dĆ©cada de los noventa con el fin de refugiarse en la vecina RepĆŗblica DemocrĆ”tica del Congo constituyeron una presa fĆ”cil y apetitosa, y fue asĆ como naciĆ³ el mito. El lugar donde descarga el grueso de sus ataques varĆa de un aƱo para otro; asĆ, en 1998 la aldea de Kabezi tuvo que hacer frente impotente a la pĆ©rdida de 23 de sus habitantes de forma consecutiva, una de las veces viendo como el monstruo se metĆa de lleno en las calles del pueblo para atrapar a un estudiante de 15 aƱos y llevĆ”rselo al agua, ante la atĆ³nita mirada de los vecinos y sin hacer el menor caso a las rĆ”fagas de los AK-47 que lanzaron sobre Ć©l los soldados del gobierno desplegados en la poblaciĆ³n.Hatungimama
Audifax es uno de los pocos afortunados que ha sobrevivido a un ataque de Gustave. Cuatro personas murieron en Voodoo Beach, la playa donde Ć©l perdiĆ³ una pierna.Son muchos los que han intentado dar caza a Gustave soƱando con la fama y la riqueza que tal captura les reportarĆa, y lo Ćŗnico que han conseguido es no volver. La dura piel correosa del cocodrilo muestra docenas de huellas cicatrizadas dejadas por todo tipo de armas, desde cuchillos a ametralladoras. El gobierno de Burundi no tiene la captura del animal entre sus planes mĆ”s inmediatos, pues tiene otras cosas mĆ”s importantes de las que preocuparse, entre ellas la guerra civil todavĆa en activo. Las autoridades se escudan ademĆ”s en el hecho de que la zona donde Gustave tiene su nido es una reserva protegida y por tanto vetada a la actividad humana, y que quien entra en ella lo hace de forma ilegal y por su propia cuenta y riesgo. Esto es cierto, pero tambiĆ©n lo es el que Gustave no pasa todo el tiempo ahĆ y que, como ya se ha dicho, gusta de bajar hasta el lago, donde acecha y ataca a los barcos de pescadores y comerciantes que cubren la ruta que une la capital Bujumbura con las ciudades de Minago y Rumonge.
Si alguien es lo suficientemente chiflado o loco como para ofrecerse a capturarlo, tampoco se le pone ningĆŗn impedimento, aunque se le hace saber que las apuestas van a favor del cocodrilo. En 2002 un grupo de documentalistas franceses tratĆ³ de capturarlo vivo usando una jaula gigante de 10 metros de largo, con una cabra viva como cebo. Lo Ćŗnico que consiguieron es que Gustave se pasease a lo lejos mientras la montaban, y que se comiera a la cabra de madrugada (aĆŗn no se sabe cĆ³mo) sin caer en la trampa. Poco despuĆ©s atacĆ³ a dos hombres no lejos de allĆ, como si quisiera rematar su burla de forma macabra. Gustave no es solamente viejo y grande, tambiĆ©n es condenadamente listo.
Mucho mƔs listo que cualquier otro cocodrilo.
La jaula de 10 metros de largo usada sin Ć©xito para capturar a Gustave.Gustave desaparece de vez en cuando sin que se sepa adĆ³nde va, llegando a permanecer ausente hasta tres aƱos. La gente que vive en la zona lo sabe y desconfĆa ante quien afirme que el monstruo ha muerto, porque siempre vuelve. Tras la Ćŗltima de sus desapariciones, en 2003, hubo algunos que llegaron a especular con que Ć©sta serĆa la definitiva, pues pasĆ³ el plazo usual y no volviĆ³. HabĆa muerto de viejo, o alguien por fin lo habĆa matado, decĆan. Incluso hubo alguno que contaba una fantĆ”stica historia segĆŗn la cual lo habĆan capturado vivo y llevado a EEUU, a SudĆ”frica o a Australia. Pero en Abril de 2007 regresĆ³ por la puerta grande, con un ataque espectacular sobre un grupo de pescadores en el lago Tanganika, llevĆ”ndose a uno de ellos entre sus fauces.
Los que lo vieron reconocieron sin la menor duda la gruesa piel escamosa surcada por heridas de bala cicatrizadas. Era el viejo Gustave, que habĆa vuelto.
Y seguĆa en forma.
ArtĆculo en National Geographic
http://www.nationalgeographic.com/ad...l/article.html
Noticia en BBC News
http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/2520815.stm
Intento de captura en Youtube
copiado integramente de: malianteo.com
Gustave es un cocodrilo macho enorme que vive en una isla paradisĆaca situada en medio del rĆo Ruzizi, en la frontera triple entre Burundi, Ruanda y la RepĆŗblica DemocrĆ”tica del Congo. Se le estiman 6 metros de largo y un peso de 900 kilos, lo que le convierte en el mayor cocodrilo jamĆ”s registrado en Ćfrica, el mayor de su especie (cocodrilo comĆŗn o del Nilo, Crocodylus nilotycus) y en uno de los mĆ”s grandes del mundo. Se cree que tiene un mĆnimo de 60 aƱos (la esperanza de vida normal para su especie es de 45) y, como es normal en los reptiles, sigue creciendo. TambiĆ©n sigue siendo fĆ©rtil y apareĆ”ndose, aunque actualmente tenga mĆ”s problemas que sus parientes y vecinos para encontrar una hembra lo suficientemente robusta como para aguantar una sesiĆ³n de sexo con Ć©l. En su mĆ”s de medio siglo de vida ha engendrado a cientos de vĆ”stagos de todas las edades, que siguen pululando por las mimas aguas que Ć©l habita. Uno de ellos, Gatumba, es tambiĆ©n enorme y vive junto a Ć©l en su isla, aunque prefiere ausentarse cuando papĆ” estĆ” especialmente violento (cosa que suele ocurrir en la Ć©poca de celo).
Pero ninguno de estos rĆ©cords es el que ha hecho famoso a este animal tanto como el hecho de haber matado y comido a unas 300 personas en los Ćŗltimos aƱos. Gustave es demasiado grande como para alimentarse preferentemente de peces y otros vertebrados acuĆ”ticos pequeƱos, como es normal en otros cocodrilos. En su lugar, la base de la dieta de Gustave la componen cebras, ƱĆŗes, ganado y, cada vez mĆ”s, personas. TambiĆ©n es, que se sepa, el Ćŗnico cocodrilo que ha tenido los cojones de atacar y comerse a un hipopĆ³tamo adulto. Lo normal es que los cocodrilos huyan de Ć©stos y que si alguno es lo suficientemente osado como para amenazar a una crĆa, acabe hecho trizas en las fauces de un hipopĆ³tamo adulto. Con Gustave ocurre lo contrario: son los hipopĆ³tamos los que le respetan y procuran mantenerse alejados de Ć©l, poniendo pies en polvorosa si se acerca con aire demasiado decidido.
En su zona de correrĆas (que comprende todo el tramo bajo del Ruzizi y la costa noreste del lago Tanaganika, donde desemboca el rĆo) se dice que Gustave, del que se habla como una leyenda viviente, desarrollĆ³ su especial apetito por la carne humana durante la guerra civil que empezĆ³ en 1993 y aĆŗn colea, cuando uno de los jefes guerrilleros hutus lanzĆ³ los cadĆ”veres de las decenas de tutsis que habĆa masacrado a las aguas del lago. Los miles de refugiados que cruzaban el rĆo durante la dĆ©cada de los noventa con el fin de refugiarse en la vecina RepĆŗblica DemocrĆ”tica del Congo constituyeron una presa fĆ”cil y apetitosa, y fue asĆ como naciĆ³ el mito. El lugar donde descarga el grueso de sus ataques varĆa de un aƱo para otro; asĆ, en 1998 la aldea de Kabezi tuvo que hacer frente impotente a la pĆ©rdida de 23 de sus habitantes de forma consecutiva, una de las veces viendo como el monstruo se metĆa de lleno en las calles del pueblo para atrapar a un estudiante de 15 aƱos y llevĆ”rselo al agua, ante la atĆ³nita mirada de los vecinos y sin hacer el menor caso a las rĆ”fagas de los AK-47 que lanzaron sobre Ć©l los soldados del gobierno desplegados en la poblaciĆ³n.Hatungimama
Audifax es uno de los pocos afortunados que ha sobrevivido a un ataque de Gustave. Cuatro personas murieron en Voodoo Beach, la playa donde Ć©l perdiĆ³ una pierna.Son muchos los que han intentado dar caza a Gustave soƱando con la fama y la riqueza que tal captura les reportarĆa, y lo Ćŗnico que han conseguido es no volver. La dura piel correosa del cocodrilo muestra docenas de huellas cicatrizadas dejadas por todo tipo de armas, desde cuchillos a ametralladoras. El gobierno de Burundi no tiene la captura del animal entre sus planes mĆ”s inmediatos, pues tiene otras cosas mĆ”s importantes de las que preocuparse, entre ellas la guerra civil todavĆa en activo. Las autoridades se escudan ademĆ”s en el hecho de que la zona donde Gustave tiene su nido es una reserva protegida y por tanto vetada a la actividad humana, y que quien entra en ella lo hace de forma ilegal y por su propia cuenta y riesgo. Esto es cierto, pero tambiĆ©n lo es el que Gustave no pasa todo el tiempo ahĆ y que, como ya se ha dicho, gusta de bajar hasta el lago, donde acecha y ataca a los barcos de pescadores y comerciantes que cubren la ruta que une la capital Bujumbura con las ciudades de Minago y Rumonge.
Si alguien es lo suficientemente chiflado o loco como para ofrecerse a capturarlo, tampoco se le pone ningĆŗn impedimento, aunque se le hace saber que las apuestas van a favor del cocodrilo. En 2002 un grupo de documentalistas franceses tratĆ³ de capturarlo vivo usando una jaula gigante de 10 metros de largo, con una cabra viva como cebo. Lo Ćŗnico que consiguieron es que Gustave se pasease a lo lejos mientras la montaban, y que se comiera a la cabra de madrugada (aĆŗn no se sabe cĆ³mo) sin caer en la trampa. Poco despuĆ©s atacĆ³ a dos hombres no lejos de allĆ, como si quisiera rematar su burla de forma macabra. Gustave no es solamente viejo y grande, tambiĆ©n es condenadamente listo.
Mucho mƔs listo que cualquier otro cocodrilo.
La jaula de 10 metros de largo usada sin Ć©xito para capturar a Gustave.Gustave desaparece de vez en cuando sin que se sepa adĆ³nde va, llegando a permanecer ausente hasta tres aƱos. La gente que vive en la zona lo sabe y desconfĆa ante quien afirme que el monstruo ha muerto, porque siempre vuelve. Tras la Ćŗltima de sus desapariciones, en 2003, hubo algunos que llegaron a especular con que Ć©sta serĆa la definitiva, pues pasĆ³ el plazo usual y no volviĆ³. HabĆa muerto de viejo, o alguien por fin lo habĆa matado, decĆan. Incluso hubo alguno que contaba una fantĆ”stica historia segĆŗn la cual lo habĆan capturado vivo y llevado a EEUU, a SudĆ”frica o a Australia. Pero en Abril de 2007 regresĆ³ por la puerta grande, con un ataque espectacular sobre un grupo de pescadores en el lago Tanganika, llevĆ”ndose a uno de ellos entre sus fauces.
Los que lo vieron reconocieron sin la menor duda la gruesa piel escamosa surcada por heridas de bala cicatrizadas. Era el viejo Gustave, que habĆa vuelto.
Y seguĆa en forma.
ArtĆculo en National Geographic
http://www.nationalgeographic.com/ad...l/article.html
Noticia en BBC News
http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/2520815.stm
Intento de captura en Youtube
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